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OIM Chile se une a la ayuda humanitaria a Ecuador, producto del terremoto 7,8 que afectó al país en el mes de abril

OIM Chile se une a la ayuda humanitaria a Ecuador, producto del terremoto 7,8 que afectó al país en el mes de abril

 

Luego de la emergencia que azotara fuertemente a Ecuador el pasado 16 de abril, la sede central de la OIM en Ginebra Suiza, desplegó una importante ayuda humanitaria, aportando fondos por US$500 mil en ayuda directa, 10 mil lonas y mil toolkits, además de ayuda profesional compuesta por funcionarios OIM expertos en emergencias de varias misiones de la OIM en el mundo.

Jorge Sagastume, Jefe del Departamento de Migración y Desarrollo de la Misión de OIM Chile, viajó a la zona afectada para incluirse en el grupo de profesionales.

De acuerdo a Jorge Sagastume,   “En los primeros días de la emergencia y debido a la magnitud de la misma, la misión de OIM en Ecuador activó a su equipo de emergencias, pero la respuesta a la misma requería del apoyo de profesionales de las misiones de OIM dentro y fuera del continente y así potenciar el equipo local para mejorar la capacidad de la respuesta humanitaria. 

Esta fue una emergencia muy compleja y triste a la vez, pues terminó con la vida de más de 650 personas. Por otra parte, ha significado una pérdida significativa de más de un centenar de viviendas, muchas de ellas destruidas totalmente y también centenares de hoteles fueron destruidos por el terremoto, afectando una parte importante de la economía del país, pues muchas personas se quedaron sin empleo.

También hay muchas pérdidas y destrucción en la infraestructura vial, educativa y servicios de salud. Estamos hablando que más de cien escuelas fueron dañadas por el terremoto y así es más difícil el manejo de emergencia, pues miles de niños y niñas no pueden reiniciar el año escolar por no contar con una escuela para asistir. Entonces yo diría que es una emergencia de parámetros muy complejos, cuyo impacto en la población es muy severo, tanto en los aspectos psicosociales, como en lo económico. 

En lo particular, facilité apoyo en varias tareas y coordinación de campo, organizando y coordinado las primeras reuniones de trabajo de los sectores:, además de contribuir con el manejo y coordinación de albergues, conocido en sus siglas en inglés como CCCM y otro sector fue el de Shelter. Todo el trabajo me permitió visitar todas las zonas impactadas por el sismo y sostener reuniones de coordinación con muchas organizaciones humanitarias, teniendo además la oportunidad de hacer trabajo en equipo con personas que llegaron desde OIM Irak, Ginebra, Colombia y un equipo muy humano y profesional de la oficina de la OIM en Ecuador. Antes de mi regreso otro equipo de funcionarios estaba llegando de otras oficinas de OIM de la región, funcionario de OIM con mucha experiencia en este tipo de emergencias complejas.

 

En este tipo de emergencias, es importante nuclear un equipo de trabajo que pueda tener una presencia importante en el terreno y lograr una coordinación con todos los actores humanitarios, sobre todo, que ésta coordinación y apoyo sea para beneficio del gobierno y las oficinas gubernamentales a cargo de la emergencia.

En toda emergencia humanitaria, que pudiese rebasar las capacidades del mismo Estado, surgen dos aristas que vuelven a la emergencia aún más compleja que lo que en esencia es. En primer lugar, la coordinación y el manejo de la información. Alrededor de la respuesta humanitaria surgen una cantidad diversa y heterogénea de actores humanitarios, un potente tejido social que tiene o alberga los mismos objetivos de colaboración con las personas afectadas, pero con intereses variados, con enfoques reactivos normales, pero algunos con muy pocos deseos de coordinar.  Y en segundo lugar, cómo gestionar y manejar información a la luz de las emergencias complejas? En las primeras horas de la emergencia, existe una anarquía en la coordinación que pueden extenderse hasta por dos semanas posteriores a la misma, en caso extremo hasta la vigencia del decreto presidencial aprobado para el manejo excepcional de la emergencia. En el escozor que produce la anarquía de la descoordinación, la victima inmediata es la precaria información que se produce: poco objetiva, segmentada y muy poco relevante a la imprescindible toma de decisiones que demanda y amerita la respuesta humanitaria.

Si pudiera entregar un mensaje, en primer lugar sería que para los que estamos trabajando en la emergencia humanitaria y para el gobierno es importante, que en la toma de decisiones se incorpore siempre a las personas afectadas. Las personas afectadas aún con el trauma de la emergencia sobre sus cabezas, pueden y deben tomar decisiones importantes sobre su destino inmediato, sobre las condiciones de alojamiento en los albergues y campamentos o sobre los proceso de reasentamientos que luego se planificaran. Y el otro mensaje es implícito, nosotros necesitamos que las personas afectadas, participen en las decisiones, es importante que se sientan incluidos. Y ese proceso de participación se da en los albergues, en los campamentos, en los refugios, en las comunidades de acogida y cualquiera asentamiento temporal habilitado por el gobierno, por una O.N.G o por algún organismo humanitario.